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Las claves para lograr una participación equitativa de la mujer en minería

La participación de la mujer en minería continúa creciendo en la región de Latinoamérica, donde esta industria es una de las principales actividades económicas.

Si bien ningún país latinoamericano ha conseguido superar todavía el umbral del 20% de participación femenina (en operaciones a gran escala), se observa un crecimiento sostenido en los últimos años que es el resultado de distintas iniciativas de impulso de la atracción y retención del talento femenino por parte de la industria minera.

Conversamos con directoras y miembros de Women in Mining en Chile, Perú y México para conocer su visión y también para que nos compartieran aquellas buenas prácticas que observan en sus países y que están permitiendo mayor participación de las mujeres en la industria.

Observando los datos, Sibila Valdés, vicepresidenta de Women in Mining Chile (WiM), señala que “como directorio creemos que el aumento sostenido en los últimos años de la participación femenina en el ecosistema minero ha permitido la transformación de las culturas organizacionales a partir de la empatía, la orientación hacia las personas, la escucha activa y la cooperación. Ello ha generado espacios más diversos y seguros que permiten integrar nuevas perspectivas y promover la innovación dentro de los procesos gracias a la ampliación de la capacidad adaptativa de las organizaciones”.

En Perú  – país donde la participación de la mujer en la industria minera sigue siendo baja, aun cuando ha experimentado un ligero aumento- Karina Zevallos, presidenta de WiM, profundiza en las cifras y explica que “de acuerdo con las últimas cifras emitidas por el MINEM, el incremento en la participación de las mujeres en la minería peruana ha sido de tan solo un 0.3%, pasando del 6.8% al 7.1% entre mayo de 2022 y mayo de 2023. Por otro lado, el estudio ‘Mujer y la Minería del Futuro’, resultado de la colaboración entre Women in Mining Perú y el PNUD en 2022, indica que el porcentaje de participación de mujeres en contratistas mineros es únicamente del 4%. Esta cifra resalta la magnitud del desafío que enfrentamos en la inclusión de las mujeres en roles directos y de liderazgo en la industria’’, remarca.

Rhianon Berry, agregada comercial de New Zealand Trade & Enterprise para México, Centro América y el Caribe y miembro de WiM, destaca que “el papel de las mujeres en la minería es cada vez más importante y organizaciones como WIM, están haciendo una gran diferencia. Sin embargo, me gustaría que analizáramos la participación femenina más allá de estar presentes en los equipos de trabajo de las grandes mineras y abrir también oportunidades a las Pymes lideradas por mujeres, lo cual permite también un positivo impacto en las economías locales’’.  

El aporte de la diversidad

Karina Zevallos cuenta cómo desde WiM Perú, están comprometidas a impulsar la educación, buenas prácticas, empleabilidad y visibilización de las mujeres en la minería peruana, a través de acciones concretas para que su participación no solo aumente en cifras, sino que también contribuya a un cambio cultural profundo y positivo en la industria. “La falta de una presencia significativa de mujeres en roles directivos y técnicos limita la variedad de voces y experiencias en la toma de decisiones y en la generación de ideas innovadoras. La industria minera se beneficiaría enormemente al aprovechar el potencial y la creatividad de todas las personas, independientemente de su género’’.

La relevancia de la formación es un aspecto en el que coincide WiM Chile, que señala que una de las claves para avanzar en participación femenina es poner en marcha planes de formación y captación de talento: “Tenemos muchas de las compañías mineras con programas de ingreso para aprendices en roles operativos y profesionales en entrenamiento como cargos de entrada, donde se adopta una medida de equidad, orientando la selección hacia las mujeres”, afirma Sibila Valdés, quien agrega que “estas son iniciativas que han permitido aumentar la participación de las mujeres en minería en una de las industrias que más contribuye al Producto Interno Bruto de la región’’. En esta línea destaca buenas prácticas de algunas empresas como Teck que “en sus perfiles de selección privilegian la búsqueda de capacidades y competencias para enfrentar los desafíos de los cargos, más que los años específicos de experiencia”, o CMP “con 50% de su comité ejecutivo constituido por mujeres, es una muestra de la real voluntad de acelerar los cambios, generar valor a través de las miradas divergentes, que son parte de la diversidad”.

La presidenta de WiM Perú señala que, en el sector minero peruano, se están implementando buenas prácticas de diversidad e inclusión para promover la participación de las mujeres y crear un entorno más equitativo y diverso. “Cada vez más empresas buscan proactivamente ser aliados de instituciones cuyo objetivo principal es aumentar la presencia de mujeres en el sector minero y facilitar su incremento. En este sentido, muchas empresas han establecido en su interior la estructura necesaria para que sus iniciativas sean sostenibles en el tiempo. Esto incluye la adaptación y difusión de políticas internas que promuevan la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Además, se llevan a cabo entrenamientos de sensibilización en todos los niveles de la organización, creando conciencia sobre la importancia de la diversidad y la inclusión”.

Dentro de las buenas prácticas que ha implementado la industria minera en Perú destaca iniciativas como “Protagonistas Mineras”, que empodera a las mujeres y fomenta su liderazgo en la minería, también el establecimiento de políticas de derechos humanos e inclusión y el desarrollo de programas educativos y capacitación, que fomentan el desarrollo integral de las mujeres y su participación en la industria.

“Es necesario abordar los factores que contribuyen a esta baja participación de las mujeres, como barreras culturales, estereotipos de género arraigados y falta de oportunidades de desarrollo. Fomentar la equidad de género en la minería peruana no solo es una cuestión de justicia social, sino también una estrategia inteligente para impulsar la competitividad y la sostenibilidad del sector” concluye Karina Zevallos.

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